La CIJ realizó el 7 de septiembre de 2021 un seminario con 80 fiscales chilenos encargados de ejercer la persecución penal de delitos relacionados con graves violaciones de derechos humanos, incluidos aquellos cometidos durante las protestas sociales generalizadas ocurridas en 2019.
La sesión estuvo a cargo de destacados juristas internacionales, como Kingsley Abbot, asesor legal senior de la CIJ; Pietro Sferrazza, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Andrés Bello de Chile, y María Alejandra Segura, antropóloga e investigadora principal del Equipo Argentino de Antropología Forense.
El seminario abordó la aplicación del Protocolo de Minnesota (2016) para la investigación de muertes potencialmente ilícitas, y la importancia de cumplir con los estándares internacionales relacionados con la investigación de ejecuciones extrajudiciales y arbitrarias, especialmente aquellas ocurridas en el contexto de protestas sociales.
El Protocolo de Minnesota es un conjunto de buenas prácticas basadas en el derecho y las normas internacionales, que se recomiendan utilizar en la investigación de muertes potencialmente ilegales.
Kingsley Abbot, coordinador de la Iniciativa Global de Rendición de Cuentas de la CIJ, se refirió al Protocolo como una guía indispensable para llevar a cabo investigaciones. “Un investigador podría llevarlo al campo y encontrarlo útil al entrevistar a testigos o asegurar la escena de un crimen”, explicó.
Los expertos destacaron la importancia de que las investigaciones se lleven a cabo con prontitud, imparcialidad y transparencia. “Cuanto más tiempo pase, mayor será el riesgo de que la evidencia se pierda, se destruya o se deteriore, y que un testigo se sienta temeroso o la memoria se desvanezca”, explicó Abbot. Además, las investigaciones no deben mantenerse en secreto y deben “estar abiertas al escrutinio de las víctimas, sus familias y el público”.
La participación de los miembros de la familia fue identificada como un elemento clave en las investigaciones bien realizadas. Los miembros de la familia no solo deben ser informados del progreso de la investigación, sino que también deben ser protegidos de malos tratos, intimidación o castigo por su participación en el proceso.
Por su parte, Pietro Sferrazza explicó que la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y sus estándares de investigación por graves violaciones de derechos humanos, se complementan con el Protocolo de Minnesota.
María Alejandra Segura señaló que el Protocolo de Minnesota, desde su formulación original en 1991, ha servido de base para investigar muertes potencialmente ilícitas durante más de 25 años, y su correcta aplicación puede brindar cierta tranquilidad a los familiares de las víctimas que se encuentran esperando una investigación exhaustiva.
La CIJ ha publicado una Guía para profesionales (No. 14) sobre “Investigación y enjuiciamiento de muertes potencialmente ilícitas” basada en el Protocolo de Minnesota que está disponible aquí: https://www.icj.org/es/la-guia-para-profesionales-no-14-investigacion-y-enjuiciamiento-de-muertes-potencialmente-ilicitas-se-encuentra-disponible-en-espanol/
Además, vea dos videos introductorios sobre el Protocolo de Minnesota a cargo de Christof Heyns (Q.E.P.D.) y Kingsley Abbott aquí: https://youtu.be/Y207WDqhLG4 y aquí: https://youtu.be/JVl2uLrBAb4
Contacto:
Kingsley Abbot, Coordinador de la Iniciativa Global de Rendición de Cuentas y Asesor Jurídico y de Políticas Senior de la CIJ, [email protected]
Carolina Villadiego Burbano, asesora jurídica para América Latina de la CIJ, [email protected]